Todo lo que debes saber sobre el vino rosado

¿Qué es el vino rosado?

El vino rosado es aquel que posee un aspecto similar al del vino tinto; pero sin llegar a tener ese color contundente y oscuro; dicho de otro modo, el término rosado alude a su color suave y atractivo a la vista. Lógicamente, no todos los vinos rosados gozan del mismo color; pues, este puede ir variando desde casi el violeta, hasta el color rosa dependiendo de la técnica usada para extraer el vino y de las uvas empleadas para dicho fin. En un comienzo la popularidad de este vino tuvo lugar en Francia en donde se le conoce como “rosé”.

Es bastante complicado darle una fecha de origen a un vino tan particular; sin embargo, y lo que sí se puede afirmar, es que es mucho más antiguo de lo que uno puede llegar a imaginar. En el pasado, los vinos tenían un aspecto más rosado que tinto debido a que los procesos de maceración duraban menos tiempo, y el prensado era poco eficiente ( a mano, con los pies…). Además, tampoco podemos obviar que los antiguos griegos y romanos preferían más los vinos afrutados que los de color oscuro y altamente fermentados.

Características del vino rosado

El vino rosado resalta por su frescura, suavidad al rozarse con el paladar y su destacable ligereza, detalles que tienen en común la inmensa mayoría de rosados de calidad. Además, el vino rosado adquiere diferentes tonalidades dependiendo de la duración del proceso de maceración, y las proporciones de uvas que puede llegar a albergar.

Cabe recalcar que el vino rosado no solo destaca por su color llamativo y agradable a la vista, sino también por sus destacables sabores capaces de despertar todos los sentidos y hacernos disfrutar de una experiencia de colores y sabores digna de recordar. Hay quienes lo describen como un vino elegante y versátil; y hay quienes, en vez de hablar, prefieren darles rienda suelta a sus papilas gustativas.

Elaboración del vino rosado

Existen numerosas variaciones del color que van desde el rosa pálido casi blanco, pasando por el salmón hasta llegar a un color violeta vivido que no llega al tinto. Estas tonalidades se deben a las técnicas de elaboración del vino rosado, a continuación, detallaremos las más populares, para comprender mejor la singularidad de este delicioso caldo.

Maceración limitada o Método clásico

En esta técnica el vino se obtiene por la maceración entre las pieles y el mosto, siendo las pieles las responsables de transmitir el color al fluido. En cuanto a la duración de la maceración, el proceso puede oscilar entre 6 y 24 horas. Si los tiempos de maceración son más largos, obtenemos vinos rosados más oscuros. En cambio, con maceraciones más cortas, obtendremos vinos rosados con colores mucho más claros o pálidos.

Por sangrado o Saignée  

En este caso el vino rosado es un subproducto de la elaboración del vino tinto. La técnica consiste en retirar una parte del mosto durante las primeras etapas de la maceración. Esto hace que el tinto concentre aún más sus sabores, aromas y color por una reducción del volumen líquido con respecto a los sólidos macerados. Como resultado se obtendrá un tinto intenso, y el jugo extraído (o sangrado) continuará su proceso por separado, dando como resultado vinos rosados de color relativamente oscuro, sabrosos y duraderos, de gran calidad. 

Vino gris 

El proceso con el que se obtiene el vino gris es muy parecido al del Método clásico, la única diferencia notoria, radica en el tiempo dedicado a la maceración, siendo este bastante más corto y variando entre 2 y 4 horas. El resultado, como es de esperar, es un vino rosado con un color salmón muy claro, y con un sabor más suave y delicado.

Por mezcla

En cuanto a la técnica de elaboración del rosado por la mezcla entre vino tinto y blanco, es conveniente subrayar que está prohibida por casi todas las DD.00 vinícolas europeas salvo en la AOP Champagne.

Clarete

El clarete es un vino con cierta discordia, aunque para unos es simplemente otra forma de producir un vino rosado, para otros no se puede categorizar como tal, ya que destaca por una elaboración semejante al del vino tinto, pero con la inserción de una buena proporción de uvas blancas y de ahí el famoso color claro. 

El clarete es una bebida muy extendida en el norte peninsular, sobre todo en Aragón, La Rioja y el País Vasco.

Variedades de uva para el vino rosado

Conocer las variedades de uvas empleadas para la elaboración del vino rosado es otro caballo de batalla, pues dejando de lado el proceso de vinificación, son los ingredientes principales, y la base sobre la cual se sustenta este ingenioso proceso.

En la península ibérica las principales uvas usadas para el vino rosado son la garnacha y el tempranillo; no obstante, no son las únicas candidatas para tal fin. A día de hoy, se puede contar con una gran variedad de uvas incluyendo: Syrah, Cariñena, Merlot,…

En pocas palabras, a medida que los vinos rosados cautivan a más paladares fanáticos del buen vino, más serán las variedades de uvas utilizadas para contentar la incesante demanda.

Propiedades del vino rosa

Pasando del mundo de los sabores al interés por la salud, hay que mencionar que el vino rosado tampoco se queda corto a nivel de propiedades gracias, en gran parte, a su proceso de vinificación. Atendiendo a los datos comprobados científicamente, se puede afirmar sin miedo a equivocarse que se trata de una bebida con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes gracias al resveratrol presente en las pieles. Cuanto más oscuro sea el vino, mayor será el nivel de resveratrol. Además tiene un bajo nivel calórico; por lo general menos de 75 kcal por cada 100 ml. 

Recordemos también que una copa de vino con moderación ayuda a retrasar el envejecimiento y mejora la circulación sanguínea

En nuestro artículo anterior, explicamos en más detalle los beneficios del vino en la salud. Te invitamos a leerlo!

Vino rosado y su tendencia mundial

La creciente popularidad de los vinos rosados es clara y evidente, este hito se debe fundamentalmente al interés continuo en los sabores, aromas y matices que ofrecen estos vinos. Otro detalle más a destacar son los maridajes que se pueden conseguir con estos vinos, algunos de los cuáles son impensables con vinos del tipo tinto o blanco. Y es que los vinos rosados se pueden combinar a la perfección con platos de la cocina asiática como la comida china o tailandesa e igualmente pueden servir de acompañamiento para las ensaladas, los postres y las frutas frescas.

A fecha de hoy el 75% de los rosados se elaboran fundamentalmente en Francia, España, Italia y Estados Unidos. No obstante, esta creciente popularidad podría atraer a otros países vinícolas a unirse al carro.

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